La endodoncia es la rama de la Medicina Dental que se encarga de tratar la patología de la pulpa dental: el “nervio del diente”, comúnmente conocida como “desvitalización”.

Ante la presencia de caries, el avance progresivo hacia el interior del diente desencadenará una serie de respuestas por parte de la pulpa dental. Cuando la caries comienza a llegar a zonas más profundas del diente, es decir, a medida que se acerca a la pulpa dental, acaba inflamandose y aparece el dolor por frío. Si el diente no se trata a tiempo, la agresión empeorará, haciendo que la pulpa se inflame irreversiblemente, es decir, la pulpa ya no tiene capacidad de protegerse y repararse, y en esta etapa aparece dolor intenso y prolongado al frío/calor que puede ser causado por la ingestión de alimentos o incluso surgir espontáneamente, a menudo durante la noche. En esta etapa es obligatorio retirar la pulpa dental y realizar un tratamiento de endodoncia.

Si no se realiza un tratamiento de endodoncia, la infección se propaga a lo largo de la raíz del diente y afecta la región ósea que rodea la raíz, formando un absceso que provoca molestias al masticar y presencia de mal aliento.

El tratamiento de endodoncia es un procedimiento que se realiza bajo el efecto de la anestesia. Tras este primer paso se crea una pequeña cavidad que permitirá tanto la eliminación de la caries como la extracción de la pulpa dental del interior del diente. Luego se prepara el interior del diente utilizando instrumentos adecuados para este fin para luego recibir un material que rellenará el lugar que anteriormente ocupaba la pulpa dental. Después de obturar el interior del diente, se restaura su forma inicial utilizando materiales de restauración como resinas compuestas o coronas.